Actualmente conocimos a la emergencia del fenómeno llamado FLAMBUS.
Según diversos datos, en los últimos tres años se han incendiado 67 vehículos, de los cuales 21 solo en 2018.
Pero si todo parece muy claro hoy, ¿por qué no se para este fenómeno?
Hay dos preguntas principales a las que nos gustaría dar una nueva respuesta:
- ¿ cómo se produce un incendio ?
- ¿ cómo se puede extinguir?
¿CÓMO NACE UN INCENDIO?
En la mayoría de los casos, el incendio está causado por sustancias grasas y residuos de aceite que, con el tiempo, crean costras de material fácilmente inflamable. Es cierto que el calor producido por la combustión del motor hace que la carrocería del motor alcance los 95° C y los tubos de escape hasta los 600°C; esto significa que la probabilidad de que se produzca un incendio es muy alta, sobre todo si a esto se añade escasa ventilación en el compartimiento motor y una temperatura exterior elevada.
Otros dos elementos fundamentales se refieren a:
1. El desgaste de los vehículos
2. Falta de mantenimiento – lo que no permite identificar cualquier fallo y mal funcionamiento del vehículo.
El factor “mantenimiento” ha pasado en segundo plano, después de la compra de un vehículo, sin darse cuenta del mantenimiento que este vehículo necesitará durante los años a seguir.
¿CÓMO SE PUEDE INTERVENIR?
El objetivo principal es garantizar la seguridad de todos los pasajeros y el impacto medioambiental. Un eficiente sistema de detección y extinción, tiene como objetivo proteger el vehículo y sus pasajeros del fuego.
El sistema debe ser:
– EFICIENTE Y EFICAZ
– ECOFRIENDLY
– DETECCIÓN Rápida Y PREVENTIVA
– MANTENIMIENTO SENCILLO
– MONITORIZACIÓN CONTINUA DEL SISTEMA
– SEÑALIZACIÓN ACÚSTICA Y VISUAL DE LAS ALARMAS
De esta manera tendríamos un sistema de seguridad fiable y por lo tanto la posibilidad de informar al conductor y a los pasajeros de lo que está pasando, informar sobre el área de referencia e intervenir en la fase del fenómeno.